LAS FORMAS DEL RELIEVE.

Aparte de las montañas y cordilleras, existen una gran variedad de formas del relieve, entre las que podemos distinguir tres categorías principales:

El relieve continental.

Montaña: elevación natural del terreno con pendientes muy inclinadas. A una agrupación de montañas lo denominamos cordillera.

Mont-blanc.

Altiplano o meseta: extensión de terreno más o menos plana situada a cierta altitud sobre el nivel del mar.


Llanura: extensión del terreno de considerables dimensiones, más o menos plana.


Depresión o cuenca: zona más o más extensa de terreno que se encuentra localizada a una altitud inferior que el terreno circundante.

El relieve oceánico.

Plataforma continental: zona maritima continuación de los continentes que desciende suavemnte hasta una profundidad de 400 metros. Su amplitud puede variar desde los cientos de metros a varios kilometros.

Talud continental: pendiente muy pronunciada que une la plataforma continental y las llanuras abisales.

Llanura abisal: extensión de terreno llano en la zona más profunda de los oceanos. Tienen una profundida de entre 3.000 y 7.000 metros.

Fosa marina. Gran depresión alargada que aparece en el fondo de las llanuras abisales. Pueden alcanzar una profundidad de entre 6.000 y 11.000 metros.

Dorsal oceánica, cordillera submarina de gran extensión que puede alcanzar una altura de varios miles de metros.

Relieve costero.

Cabo: parte de la costa que penetra en el mar más que el resto del litoral.

Golfo: es una entrada de mar usualmente redondeada parcialmente rodeada por tierra.

Bahía: golfo de pequeñas dimensiones.

Ría: lengua de mar ocupando el último tramo de un valle fluvial. Normalmente tiene una forma alargada.

Fiordo: lengua de mar que ocupa el último tramo de un antiguo valle glacial.

Península: trozo de tierra rodeado por el mar en todos sus lados excepto uno.

Itsmo: franja estrecha de tierra que une una península con el resto del territorio.

Isla: extensión de tierra que está completamente rodeada por el agua.